Texto: María Rodríguez Fuente: eldiario.es
“Si me das una vaca, trabajaré con el Gobierno, ganaré mucho dinero y podré devolverte la vaca y comprarte muchas más”. Lilian Naserian pronunció estas palabras cuando tenía 20 años. Se las dijo a su tío, un pastor masai, la etnia a la que pertenece. Su tío aceptó la proposición, sin duda era una inversión de futuro. Lilian se fue al mercado a vender la vaca para pagar el primer semestre de su primer año de carrera y poder hacer realidad su sueño: estudiar Magisterio.