Hace 3 años Borja Juez decidió embarcarse en un viaje, que sin saberlo, sería el billete de entrada a su futuro, un proyecto que le acompañaría de por vida. África, fue el destino, un continente que consiguió cambiar su vida y la de muchas chicas, que gracias a un gran esfuerzo, han podido tener acceso a una educación universitaria. De ahí surge The South Face un proyecto por y para África inspirado en la fuerte creencia de un reconocido dicho popular: “Si ves que un hombre tiene hambre, dale un pescado; si no quieres que pase hambre nuevamente, enséñale a pescar.”

 

Borja, ¿Qué es lo que te hizo emprender este maravilloso proyecto?

Yo trabajaba  en el departamento de marketing de una multinacional y decidí dejarlo, pues tenía la necesidad de seguir descubriendo mundo. Estuve un mes y medio en la India y tres meses a África (Sudáfrica, Namibia, Kenya y Tanzania). Al volver, empecé a trabajar en el departamento de marketing de otra gran empresa. Al cabo de 4 meses entendí que mis objetivos habían cambiado. Ahí es cuando empecé a pensar en un proyecto que se acabó convirtiendo en The South Face.

¿Por qué África?

No trabajamos en África porque haya gente sin recursos, ya que sino trabajaríamos mucho más cerca. De África me conquistaron sus personas, la conexión que existe entre ellas, la hospitalidad de esta gente es admirable. África merece tener un papel protagonista en el siglo XXI.

Detectáis un problema…

Vivimos en un mundo globalizado donde la mentalidad occidental es la que impera en todos los ámbitos de nuestras sociedades. En este contexto, creemos que África puede aportar una ideología económica, política y social que defina al continente como tal, sin ser absorbida por nuestra mentalidad occidental.

Proponéis una solución…

Lo que hacemos nosotros es retener el talento. No queremos que occidente se lleve a los mejores estudiantes, lo que buscamos es que se queden a estudiar y trabajar en su propio país de origen, para que así puedan contribuir en su desarrollo. Nadie mejor que ellos va intentar proteger lo suyo. Nuestro lema: África educa a África.

¿Cómo lo conseguís?

Becamos a chicas con un buen perfil académico que provienen de familias de zonas rurales sin recursos. Les damos las herramientas para que puedan cursar una carrera universitaria. El objetivo es que se queden es sus países y esos conocimientos aprendidos tengan un impacto directo en sus familias, poblados y el resto de la sociedad.

¿Por qué os centráis en becas para la Universidad?

Gran parte de las ONGs se centran en proyectos de cooperación enfocados a la educación primaria y secundaria. Nosotros recogemos todo ese trabajo y lo llevamos a la universidad. En definitiva, es importante descubrir dónde necesitan tu ayuda, pues es importante que tus proyectos tengan un impacto real en la sociedad.

Sólo becáis a chicas, ¿por qué?

Porque creemos que ellas son el motor de África y por la dificultades a las que se enfrentan para acceder a una educación superior. Desde la Universidad de Nairobi nos han recomendado seguir trabajando en esa línea.

Un dato relevante.

Cuando educas a una mujer, estás educando a todo un poblado. Cuando visitamos a las chicas que becamos vemos el impacto que van a tener esos estudios, no sólo en ellas sino en su familias y en sus poblados.

¿Y cómo es que tiene este impacto?

Como he comentado anteriormente, en África la mujer tiene un peso imprescindible; va a buscar agua, cuida de los niños, de la casa, administra el dinero…es mucho más responsable. La cultura africana tiene un concepto de familia sorprendente. El vecino de al lado también es tu familia.

¿En ese aspecto es mejor que la occidental?

Yo no digo que ninguna cultura sea mejor ni peor, lo único que intentamos es que sigan siendo como son. El mundo esta hecho para que exista la diversidad, no tiene ningún sentido que todos seamos iguales.

Volvamos a The South Face…

Nosotros damos becas e indirectamente liberamos a estas chicas y a toda su familia de una gran presión. Mejorar la educación es básico, reduce la corrupción y permite desarrollar una clase media que luche por un mañana mejor.

¿Cuántas chicas pueden disfrutar de vuestras becas?

De momento tenemos a 8 chicas en la Universidad de Nairobi y 1 en la Universidad Kenyatta. Es muy importante que podamos garantizar las becas a lo largo de toda su carrera y eso hace que actuemos con prudencia. Tenemos que garantizar que puedan acabar sus estudios.

Lo más difícil de emprender una ONG

Empezamos en una época de crisis y eso nos dio la oportunidad para aprender de los errores que no podíamos cometer. Nosotros estamos constantemente en fase beta, es decir, siempre estamos dispuestos a mejorar y sin duda, nos gusta hacer las cosas lo mejor posible aunque eso siempre requiera más tiempo.

¿El primer paso?

Analizar meticulosamente cómo podíamos ayudar. Y esta respuesta no es nada fácil, ya que nosotros tenemos una mente occidental y puede pasar que tu tengas predisposición para ayudar pero los métodos sean los equivocados.

Un ejemplo:

Un importante arquitecto alemán visitó una barriada en Etiopia que vivía en completa miseria. Quiso ayudar y construyó unas casas para varias familias. Cuando se las entregó ellos preguntaron ¿Y ahora dónde guardamos a los animales?

Por último, ¿Cómo definirías a una persona increíble?

Alguien con valores muy fuertes, que lucha por ellos y es fiel a éstos. Una persona que no se deja condicionar ni por presiones sociales, ni económicas, sino que tiene unos sueños y los persigue hasta cumplirlos.

¿Alguna persona increíble en particular?

Olga, una excelente estudiante, que lo dejo todo para montar su propio proyecto en el Himalaya.

Entrevistado en piensaesgratis.com