Lola Hierro

Persona, ser y África

1.- ¿Dónde vives?

Vivo en Madrid.

2.- ¿Desde cuando viajas a África?

Hice mi primer viaje en marzo de 2013, a Marruecos. Si nos referimos a África subsahariana, desde noviembre de 2014, cuando fui a Etiopía.

3.- ¿Por qué África?

¿Por qué no? La primera vez, por curiosidad, pues nunca había estado en el continente. Y porque me quedé con las ganas de hacer un reportaje en Etiopía después de que se truncara un viaje de prensa a ese país. El resto, porque me gusta. Siempre me quedo tan satisfecha con el viaje anterior que decido regresar a por más. Un poco como una droga.

4.- ¿Ha cambiado tu visión de este continente de la primera vez que llegaste a ahora?

Ha cambiado la visión que tenía antes de ir a la que tengo ahora, pero eso ocurrió con el primer viaje, ese fue el mayor impacto. Con todos los siguientes voy reafirmándome en las sensaciones y aprendizajes que adquirí la primera vez. Pero sí, ha cambiado mucho. Yo también tenía una visión muy estereotipada de África; hasta que no empecé a viajar, a leer y a escribir sobre el continente, ignoraba miles de cosas que existen y daba por hecho otras que no son. Sobre todo, ignoraba su diversidad y su modernidad, ignoraba que, pese a que son países menos desarrollados que el mío, en muchos aspectos van a la par o incluso nos llevan la delantera. Ahora soy muy fan del hashtag #TheAfricaTheMediaNeverShowsYou, que recoge todo aquello que yo no imaginaba que había por allí. Y vaya si hay…

5.- Una buena vivencia.

Recuerdo con mucho cariño la convivencia con unas misioneras combonianas en las profundidades de la Etiopía rural. Toda una lección de vida.

6.- ¿Y una no tan buena?

Lo que más cuesta arriba se me hace es encontrarme de cara con el hambre, sobre todo cuando hablamos de niños. Suena a típico tópico eso del niño hambriento, pero es que los hay. No todos los menores africanos pasan hambre, muchísimos viven muy bien y no les falta de nada, como en todas partes. Pero el hambre existe, por desgracia, y cuando se ceba con los críos y los veo tan fastidiados, me siento muy impotente y me lleno de rabia. En los campos de refugiados, por ejemplo, o en algunas zonas rurales que he visitado, la situación aún es mala. No en vano la meta 2 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas es erradicar el hambre.

7.- Un plato africano.

Me encanta la cocina etíope, y sobre todo un plato de injera con carne, verduras y especias muy picantes, bien variado.

8.- Un libro sobre África.

Un librito muy famoso en Kenia y desconocido en España: How to write about Africa ,de Binyavanga Wainaina. Cuánta sabiduría contenida en tan poco espacio…

9.- Ciudad favorita.

No me gustan demasiado las ciudades africanas, prefiero los pueblos y el campo pero, si cuenta como ciudad, me quedo con StoneTown, la capital de la isla de Zanzíbar, en Tanzania.

10.- Una canción africana.

Desde que la escuché en una boda en un pueblo de Tanzania, me encanta la de Mama Africa de Bracket. Siempre va en mi lista de reproducción del móvil y la escucho a menudo porque me pone de muy buen humor.

11.- Una película sobre/de/desde África.

Beasts of No Nation, de Netflix, que narra la historia de un niño soldado. La vi hace poco y me dejó hecha polvo, es tan dura y cruel como la vida misma.

Periodismo

1.- África sale en los medios españoles de una manera muy residual y negativa, ¿a qué se debe?

En cuanto a lo residual, creo que tradicionalmente se ha debido a que la sociedad española, las empresas y los políticos no cuentan con África entre sus prioridades. No nos es un continente cercano ni por cultura, ni por historia común (excluyendo el norte), ni por intereses económicos ni estratégicos. Pero ahora que vivimos en un mundo tan globalizado, creo que debería interesar más. Hay más de mil millones de habitantes viviendo allí, el 60% menores de 18 años y con ganas de emigrar para labrarse un futuro mejor. Debería importarnos. Y en cuanto a la negatividad, porque lo que vende en periodismo son las tres D: el drama, el dinero y la diversión. En África se han dado muchos dramas: el del hambre, el de la guerra, el de la violencia. Esto interesa porque es morboso. Siempre se va leer más una noticia sobre una matanza que sobre una aldea donde cultivan no sé qué cosa de no sé qué manera para combatir el cambio climático, por ejemplo. Los lectores estamos muy mal educados.

2.- ¿Crees que la manera de contar África en los medios españoles es la adecuada? En caso de que no, ¿Cómo debería ser? En caso de que sí, ¿Por qué?

No quiero generalizar. Sigue habiendo medios que se inclinan por contarla poco y mal. Otra vez lo de siempre: los niños hambrientos con moscas en los ojos, las guerras, los refugiados, el sida… Pero creo que ahora hay mucha más y mejor información sobre África que cuando yo era estudiante de periodismo, hace ya 15 años por lo menos. Hay medios grandes que apuestan por darle protagonismo a África y mandan a sus redactores o buscan colaboradores que ya estén allí y les envíen noticias (Por dos duros, pero esa es otra discusión). También hay muchos medios más pequeños especializados en el continente que son buenísimos. Y gracias a Internet, pueden funcionar y hacer llegar sus contenidos a todo el mundo. Se narran conflictos, pero también desarrollo económico, cultura… Y, poco a poco, se cuenta cada vez más con periodistas africanos para que ellos mismos nos cuenten qué pasa por sus tierras. Todo esto en mi juventud no existía, o al menos a mí no me llegaba porque, por no haber, ni siquiera había buena información en Internet, los medios no estaban tan implantados como ahora. Por entonces tan solo algunos lobos solitarios como Gervasio Sánchez, Alfonso Armada o Ramón Lobo se atrevían a pelearse con sus jefes para que les dejaran ir a contar una historia y publicarla en el diario en papel.

3.- Cuando ocurre algo con repercusión mediática internacional en África y no hay un periodista español en el terreno muchos critican la ausencia de corresponsales en el continente. Si fueras el jefe de Internacional de un medio y te permitieran “colocar” a cuatro corresponsales en África subsahariana, ¿Dónde lo harías? ¿Por qué?

Intentaría cubrir la mayor parte del territorio, así que colocaría uno en Senegal para occidente, otro en Kenia para oriente, otro en Sudáfrica para los países del sur y otro en Nigeria y zona del lago Chad por la gravedad de lo que está pasando con Boko Haram y la importancia de este país.

4.- ¿Cuáles son los temas que más consigues vender a los medios?

En mi caso esta pregunta tiene truco porque yo trabajo en una sección de El País en la que África es prioridad, y los derechos humanos y el desarrollo sostenible también, así que es muy fácil para mí. Sé que cualquier cosa que incluya estos ingredientes, se publica. Y hay miles de millones de ellas.

5.- ¿Qué tipo de temas te gustaría publicar más?

Dado que casi todo lo que escribo tiene que ver con desarrollo, me gustaría sacar tiempo para centrarme en los afectados por crisis, conflictos o guerras olvidadas: Yemen, Burundi…

6.- Desde España nos imaginamos al periodista en África como un ‘Indiana Jones’, ¿Cómo es tu día a día como periodista en África?

Mi día a día es menos glamuroso de lo que la gente que tengo a mi alrededor se cree. Es cierto que vivo momentos impagables e inolvidables, como cuando me encuentro en un lugar remoto y soy consciente de dónde estoy y lo interesante que me parece todo. Pero también me aburro a veces, me cabreo, me canso… Por ejemplo, casi nadie se imagina la cantidad de horas que paso delante del ordenador escribiendo, investigando o, peor aún, organizando las mil y una cosas que hay que organizar cuando estoy de viaje. El trabajo de reportero también tiene sus rutinas. Es maravilloso salir al mundo a contar una historia pero hay mucho trabajo de producción detrás, muchas entrevistas hechas en despachos, mucho intercambio de correos electrónicos, muchas lecturas de informes larguísimos…

7.- A menudo nos olvidamos de los periodistas locales en el continente, ¿qué opinas del periodismo hecho sobre África por los africanos?

Mi opinión es similar a la que tengo de los corresponsales extranjeros que llevan muchos años en el mismo país. Me gusta ver sus países y sus culturas a través de sus ojos. Conocen mejor que yo las circunstancias de su territorio, la idiosincrasia de su pueblo, el contexto en el que se mueven… Por eso tienen un valor añadido impagable. Pero también es cierto que, al estar totalmente inmersos en una realidad que es la suya, inconscientemente acaban tomando partido. Por eso creo que la mejor manera de informarse es leyendo tanto a periodistas locales, con todo ese conocimiento que aportan, como a otros extranjeros que tienen otra mirada, más fresca y menos influenciada por lo que les rodea. Y creo que ahora mismo leemos a pocos periodistas locales, sin su aportación, nunca tendremos una visión completa del continente.

8.-  Un personaje que haya cambiado la historia de África. No se vale Mandela.

Caddy Adzuba. Yo no sé si ella pasará a la historia como una mujer que haya cambiado la historia de África, pero ya ha mejorado la vida de muchísimas mujeres que fueron víctimas de violencia sexual en la República Democrática del Congo. Su trabajo de denuncia y de sensibilización es tan valiente y tan admirable que merece ser reconocida a todos los niveles. Tuve la oportunidad de conocerla en Madrid el año pasado y me encandiló con su determinación. Creo que ella pasará a la historia.

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