Xavier Aldekoa

Persona, ser y África

1.- Tu casa.

Johannesburgo, Sudáfrica.

2.- ¿Cuando llegaste a África?

Desde 2009 vivo en Sudáfrica, aunque había visitado el continente antes en varias ocasiones. La primera vez que pisé África fue en Mali hace más de diez años (finales de los 90 o así). La soñé desde bastante antes.

3.- ¿Quién paga tus facturas?

Una parte las pago con La Vanguardia, donde trabajo como corresponsal. La otra con Muzungu, una pequeña productora que hemos creado con unos amigos y a través de la que colaboro con otros medios como TeleSUR, Deutsche Welle TV o 8tv. También cuento historias cuando me dejan en Magazine, DEIA o radios como Rac-1, Radio France Internacional, Radio Euskadi o Cadena Cope.

4.- ¿Opción de vida, necesidad, trabajo o vocación?

Pasión. Siempre quise trabajar de periodista en África y puse todo mi empeño en ello. Desde irme a hacer bocadillos a Londres sin un duro para aprender inglés, a hacer un Erasmus a Francia para conocer unos idiomas que me servirían en el continente africano. Iba siempre que podía a África para conocerla mejor o escribir reportajes y tratar de publicarlos. Después hice la beca de la carrera en la sección de cultura de La Vanguardia pero me propuse publicar en todas las secciones ya que de corresponsal es necesario conocer un poco todos los “palos”. Me gustaba, y me gusta, mucho África, así que supongo que para contestar la pregunta debería decir opción de vida, trabajo y vocación, todo a la vez.

5.- ¿Qué es lo que más te sorprendió de África?

¿Qué no es? Es difícil escoger una cosa de un territorio tan diverso, pero sí creo que África es un continente humano. No es el único, claro. Pero creo que sus pueblos aún se rigen por valores, no por intereses. No hablo de mandatarios o juegos geopolíticos, hablo de la gente. He visto los ejemplos de honestidad y generosidad más puros y también los actos de crueldad más brutales. Es un continente humano, con todo lo bueno y lo malo que eso implica.

6.- Una experiencia.

Me quedo con Abdulayé en Mali, con Mophethe en Sudáfrica, Mody en Egipto, Abubakar en Somalia o Prince en Congo. O con compañeros de viaje como Júlia, Rodrigo, Barry, Javi o Jordi. Mophethe, por ejemplo, me concedió el honor de que fuera padrino en su boda tradicional –en la que tenía que negociar la dote- y ese tipo de amistad está por encima de cualquier reportaje.

7.- Un plato africano.

El pap, una especie de pasta de mijo, que supone la base alimentaria para millones de familias. Solo es un poco soso, pero mejora cuando se acompaña con más cosas. Como la vida.

8.- Un libro sobre África.

El Corazón de las Tinieblas me parece un libro extraordinariamente bien escrito, pero me quedo con Un capitán de quince años, de Julio Verne. Cuando era pequeño, mi padre nos contaba libros como si fueran cuentos antes de ir a dormir. El Lazarillo de Tormes, El Viejo y el Mar, la Isla del Tesoro, trozos de El Quijote… recuerdo con especial cariño algunos tramos de una historia que me fascinaba: “Después de un sabotaje en las brújulas del barco que capitaneaba, el pequeño capitán no se deja engañar cuando le dicen que está en América. Se introduce en la selva y descubre que es África porque ve un hipopótamo y otros animales africanos, además de escuchar el rugido de un león”. Recuerdo que de pequeño esa historia me alucinaba.

9.- Ciudad favorita.

Tengo un muy buen recuerdo de Djenné, en Mali. Prácticamente todos los edificios están hechos de barro y perderse por sus callejuelas o dormir en sus tejados, desde donde se ve toda la ciudad, y despertarse con la llamada a la oración del muecín es mágico.

10.- Una canción africana.

¡Miles! Miriam Makeba, Salif Keita, Youssou N’dour… África tiene tantos buenos músicos que da coraje escoger una canción. Me quedo con dos descubrimientos relativamente recientes. Young Man, de Mr Israel, una canción que siempre me recordará a Iten, la meca de los corredores de Kenia, y Loliwe de la cantautora sudafricana Zahara, que coge el testigo de las grandes cantantes xhosas. Loliwe (tren) explica la historia de los trabajadores que volvían a ver a su familia después de meses trabajando en las minas de Johannesburgo.

11.- Una película sobre/de/desde África.

A bote pronto pienso en Casablanca porque me parece una gran película, pero el hecho de que esté situada en Marruecos es casi anecdótico. No me suelen gustar las películas comerciales ambientadas en África y las hechas por cineastas africanos tienen poca salida en cines y yo, la verdad, poco conocimiento. Me quedo con documentales sobre el asesinato de Patrice Lumumba, la vida de Sankara o la presencia cubana en Angola. Me interesan mucho cosas así.

Periodismo

1.- ¿Puede el periodismo ayudar al continente africano? ¿Cómo?

Yo sí creo firmemente que el buen periodismo puede ayudar a cambiar las cosas. Pero porque puede contribuir a cambiar mentalidades. Luego son las personas quienes deciden, no el periodismo.

2.- ¿Interesa lo que ocurre en África? ¿Por qué?

En UK o Francia hay más interés, medios y periodistas. Pero más no es siempre mejor. Sobre todo el anglosajón, en ocasiones suele ser un periodismo frío en África, muy de versiones oficiales y poca calle. No siempre, insisto. El interés en España es inconstante. Se siguen poco las historias y se abandonan sin ningún rubor. Hoy hay espacio para explicar un golpe de estado, mañana breve y adiós. En América Latina cada vez crece más el interés por África y creo adivinar que se hace desde una posición de igualdad y respeto. Hay un grupo de periodistas españoles freelance, muy jóvenes casi todos, que trabajan desde África con compromiso. Yo tengo la sensación de que África interesa más a la gente que a los medios.

3.- ¿Consigues “vender” temas/noticias con regularidad?

Depende del momento, pero sí he conseguido una cierta regularidad. En América Latina interesa mucho desde la situación política y económica hasta la antropológica y social. En España suele haber más interés por aspectos de actualidad (elecciones, conflictos…) pero depende del medio y de la persona que esté a cargo de la sección. El interés por los temas de blancos en África es constante en algunos medios y eso me cabrea especialmente. África es demasiado interesante como para reducirla a la solidaridad impostada de las estrellas hollywoodienses en Sudán o Congo, el último hijo adoptado de Madonna o la visita de un príncipe inglés a un orfanato. Creo firmemente que como periodista no sólo te define lo que haces, también lo que rechazas hacer.

4.- ¿Qué es lo que más interesa de los temas que vendes?

La actualidad manda en un diario, pero en el caso de La Vanguardia me han dado mucho espacio para grandes reportajes y que no necesariamente eran de actualidad. Recuerdo una serie de 12 reportajes sobre los 50 años de la independencia de una docena de países u otra serie con reportajes desde todos los países afectados  por la sequía en el cuerno de África o en los cinco países con más sida del mundo (todos en el cono sur del continente). Uno siempre quiere más, pero en este sentido, creo que el diario ha mostrado compromiso.

5.- ¿Cuál es el evento más significativo que te ha tocado cubrir? ¿Y el que más interés ha despertado a tu medio?

Han sido muchas cosas, pero supongo que la independencia de Sudán del Sur, porque es la primera vez que se rompen las fronteras trazadas con cartabón en la conferencia de Berlín de 1885. Y no será la última. La sequía que golpeó a todo el cuerno de África y ver llegar a madres desesperadas con sus hijos muertos en brazos después de caminar por el desierto fue un momento de rabia imborrable. La llegada de la democracia a Egipto o Angola, la esperanza de una paz titubeante en Somalia o bajar a minas llenas de niños en RD Congo… es difícil elegir uno por significativo. Mil recuerdos y mil historias que creo que merecían contarse. Luego el Mundial de Sudáfrica fue divertido y tuvo mucha repercusión, claro.

6.- ¿Es peligroso ser periodista en África? ¿Es una visión peliculera o real?

Para mucha gente que vive en África la vida es complicada y arriesgada, los periodistas estamos allí porque queremos. Normalmente en África casi todos son puertas abiertas; y dentro sonrisas. Luego, siempre que he tenido un problema han habido personas que se han arriesgado para ayudarme; en algunas ocasiones sin ni siquiera conocerme.

7.- ¿Existe independencia en los medios locales? ¿Están muy ligados a una ideología? ¿Tienen más peso los públicos o los privados?

En África se hace muy buen periodismo también, con pocos recursos y mucha valentía casi siempre. Somalia es el país donde matan a más periodistas y siguen trabajando cada día. En Sudáfrica hay algunos periódicos que sacan reportajes que ya querrían algunos medios españoles. Algunos regímenes sí controlan a la prensa y apenas hay libertad de expresión. Eritrea es el país con menos libertad de prensa, por ejemplo, y también han habido denuncias de agresiones a periodistas críticos en Zimbabwe, Guinea Ecuatorial, Gambia o Angola.

8.-  Un personaje que haya cambiado la historia de África. ¿No se vale Mandela.

La mujer africana siempre me ha parecido la gran olvidada de África. Donde quiera que vayas, hay mujeres trabajando, transportando agua o leña, cuidando a sus hijos o gestionando la economía de hogar. Ellas han cambiado, cambian y cambiarán la historia del continente.

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